Imprimir (con) papel

Existe una técnica de impresión 3D que destaca por su simplicidad y precio de material ya que utiliza simplemente bloques de papel. Depositando en cada capa un poco de pegamento y cortando como un plóter convencional se consiguen piezas perfectas para muchas aplicaciones, como estas cajas decorativas del estudio japonés Nendo. Como dicen en 3ders, la tecnología es parecida a la que emplea la impresora Mcor Technology’s Matrix 3D printer, cuyo vídeo puedes ver a continuación. Sigue leyendo

Primera Printrbot de un usuario imprimiendo piezas… de otra Printrbot.

Al menos es la primera que vemos y la primera que ve Obijuan (y confiamos en su criterio).

Como sabéis, Printrbot ha sido un proyecto muy importante en el mundo de las impresoras low-cost porque se ha financiado de forma colectiva, recaudando más de 800.000 dólares. Por $500 ofrecían un kit completo y entre todas las opciones propuestas hay más de 1800 inversores. En las últimas semanas ha empezado la entrega de piezas por lo que las redes sociales están que arden.

 

Imprimir partes para bicicletas

Te compras una luz de cruce para tu bici y ninguno de los dos adaptadores para el manillar que vienen se ajustan como te gustaría. Además, la lámpara está del revés.

La verdad es que cualquiera de nosotros cogería un trozo de goma para ajustar la abrazadera y simplemente le daría la vuelta. Pero Thorsten Wilms decidió ir por la vía elegante, diseñando e imprimiendo una pieza que se ajustara a la perfección a sus necesidades.

Utilizó FreeCAD, Blender para comprobar el modelo y el servicio de impresión Shapeways. Tras decidirse por el material «fuerte y flexible» y pagar $12 por la pieza y $11 por el envío, tuvo que esperar 10 días para tenerlo.

De acuerdo, estamos al principio de esta industria y todavía los precios son un poco caros, los plazos largos y las herramientas libres tienen que mejorar, pero el resultado es estupendo.

Además, la pieza está disponible para su descarga.

La cultura startup y la impresión en 3D

En la web hace unos años no había casi de nada: no había sistemas de gestión de contenido, no había frameworks de desarrollo, no había herramientas para gestionar pagos, no había gente de UX y los programadores no lo consideraban algo «serio», no había GitHub y no había máquinas virtuales en la nube, no había inversores y no había clientes dispuestos a pagar. Nadie daba un duro por el software as a service. Se comentaba que el software as a service era de juguete y no se podía hacer trabajo de verdad, que para eso ya estaba el software de escritorio.

Baracktocat

En 2012 el escenario es muy distinto, nos salen startups por las orejas. Empresas como Simple intentan cambiar la forma en que gestionamos nuestro dinero, Kickstarter los modelos de financiación de proyectos y Twitter la forma en que nos comunicamos, por citar algunos. Todos juguetes.

La cultura hacker ha hecho todo esto posible. Gente que apuesta por una forma distinta de hacer las cosas, que se remangan y hacen una librería si hace falta. Pero quizás el mayor mérito de esta gente ha sido crear una industria de la nada. Un paraíso de creatividad donde siempre hace falta mano de obra cualificada.

¿Qué tiene que ver todo esto con la fabricación? Todo. Prototipar productos era difícil y caro para un diseñador industrial, al igual que para un diseñador de interacción era complicado probar ideas con el software de escritorio.

Prototipar es esencial para un diseñador industrial. Por mucho que creas que las dimensiones y los acabados están bien, no puedes estar seguro hasta que tocas el producto. En el software prototipo y producto final son casi siempre la misma cosa, pero con los productos físicos se suelen necesitar varios modelos. Cada uno de estos modelos te podían salir por un ojo de la cara y nadie te aseguraba que iban a ser lo que tu esperabas.

Las impresoras 3D asequibles son la pieza que faltaba en el puzzle. Las primeras parecían, al igual que las primeras webapps, juguetes. La mayor parte solo imprimían en papel con pegamento, pero ya se empiezan a ver polímeros de gama alta y metales. Otros procesos de fabricación como el corte por láser o por chorro abrasivo, el rotomoldeo o la estampación van detrás.

Si como creo yo, ambos fenónomenos tienen algo en común, no puedo esperar a ver las empresas que surgen de todo esto. Crucemos los dedos.

Presentación de ProtoSpace en MediaLab Prado

Hemos estado en la presentación del FabLab holandés ProtoSpace realizada por su director creativo Joris Van Tubergen, en el MediaLab Prado.

Joris además es diseñador y lleva adelante una interesante iniciativa de diseño de código abierto €1,- per minute design

La charla resultó muy interesante porque pudimos hablar de las dificultades de llevar adelante un FabLab, los modelos de negocio y las posibilidades que brindan estos espacios a sus usuarios.

A continuación pueden ver el vídeo de la misma Sigue leyendo