Fabrikator

«El fabrikator era feo, ruidoso, un peligro incendiario y  además, olía. Borislav lo consiguió para los niños del barrio.

Una mañana cubierta de nieve, vistiendo sus guantes de trabajo, un abrigo largo y sombrero de piel, hizo tronar la motosierra a través de la pared de su kiosko. Encintó y grapó el fabrikator en su sitio.

Los niños del vecindario lo captaron al instante. Su nueva empresa fue un gran éxito.

El fabrikator hacía pequeños juguetes de plástico a partir de modelos 3D computarizados. Después de una semana, las baratijas literalmente se convertían en basura. Los juguetes «fabrikados» se desmonoraban, transformándose en una substancia cerosa atóxica que los niños más pequeños tendían a mascar.

Borislav, naturalmente, había imaginado que la breve vida de estos juguetes desalentaría a los niños de comprarlos. Pero no fue así. No era un defecto, era una singularidad. Cada día después de la escuela, una ansiosa pandilla de niños se agrupaba en torno al kiosco verde de Borislav…»

Fragmento de «Kiosk» un cuento de Bruce Sterling

+ info The Pop-Up City

Imágenes de Kiosk por Unfold Design Studio