¿Recordáis Xerox PARC? De este centro de investigación surgieron nada menos que los primeros ratones, las interfaces gráficas de ventanas o los lenguajes de programación orientados a objetos. Gracias a un acuerdo económico con Apple, equivalente a la venta de Alaska por cuatro duros, estos inventos llegaron al gran público rápidamente. Poco después Bill Gates copió algunas ideas de Xerox y se distribuyeron con Windows. Tras el lógico enfado de Steve Jobs, Gates soltó su famosa justificación: «teníamos un vecino rico al que le fuimos a robar el televisor, pero tú ya lo habías robado«.
Aunque la historia es ya bastante conocida, la moraleja sigue siendo la misma: tener ideas revolucionarias no vale mucho y la bacanal de patentes y demandas sólo sirve para frenar el desarrollo tecnológico, enriqueciendo a gente que pocas veces merece crédito.
Por tanto se está recogiendo con entusiasmo la noticia de que Xerox PARC, junto con una empresa noruega llamada Thinfilm electronics, ha creado los primeros circuitos impresos con transistores y memorias CMOS.
En la nota de prensa y en los medios (y II) que recogen la noticia se habla del Internet de las cosas y de RFID, como si la ventaja de esto fuera únicamente el tamaño y la flexibilidad del circuito. Nosotros no podemos evitar ver el potencial que tiene para la fabricación personal una impresora de circuitos integrados en casa.
Gustavo, he subido a thingiverse el nuevo diseño de tu móvil. Te he ampliado la memoria. Imprímelo y me dices qué tal te funciona.