En 1961 la fabricación de las pelotas de Wimbledon puede considerarse, según se mire, minuciosa y artesanal o monótona y denigrante. También es peculiar el resto del vídeo, con unos recogepelotas recibiendo una instrucción que bien podría ser militar.
Parece que a The Guardian no le gusta compartir sus vídeos: verlo en guardian.co.uk.